Kiko Urrusti pertenece a la tercera generación de escultores asturianos. Varias de sus esculturas adornan
las calles de su Oviedo natal, y ocupan sitio en casas, empresas y asociaciones de España, Europa y muchos
países de América del Sur y los Estados Unidos.
En 1994 después de terminar los estudios secundarios, comienza su formación técnica y artística en el taller de
su abuelo y su padre, los escultores Rafael y Antonio Urrusti, compaginándolo con estudios de soldadura, calderería
y transformados metálicos en la escuela de soldadura Mancheño, formándose allí durante 3 años, y participando desde
entonces en todos los proyectos escultóricos del taller Urrusti.
La Ruta de los Vinos estrenó en el año 2021 una escultura para escenificar la unión de los bares locales y la ciudadanía ovetense tras un año duro para la hostelería a causa de la pandemia. La pieza representa una copa y unas uvas, como símbolo de la importancia de la ruta de los vinos para la ciudad, así como un toque de esperanza y prosperidad.
