De estilo escultórico evolutivo, los materiales que emplea suelen ser maderas, piedras, metales y resinas sobre el que
demuestra una gran maestría en su modelado y talla. Su creación evoluciona a través de diversas series que constituyen un estilo propio y personal.
Se desarrolla en su obra una perceptible tensión entre la figuración (entre la década de los 60 y principios de los 70) y la abstracción
(a partir de los años 70).
A partir aproximadamente de 1980, su estilo evoluciona y empieza a trabajar con nuevas formas: espirales, péndulos,
personajes que buscan el equilibrio mediante plomadas, alusiones a la muerte (huesos en forma de cráneo). Pero la
mayoría de las obras de esta etapa permanecen desconocidas. En 1990 recibe el encargo de un nuevo diseño del
trofeo para los Premios Goya, ya que la anterior, obra de Miguel Ortiz Berrocal, pesaba casi 15 kg y era poco manejable.