Cipriano Folgueras, fue un escultor que pese a su prematura muerte (48 años) fue uno de los más destacados del naturalismo español de finales del siglo XIX. De niño, Cipriano se entretenía con puñados de barro que modelaba o tallaba figuras con una navaja. Así llegó a realizar su primer bajorrelieve, copia de un grabado que representaba a Colón, obra que ya consiguió un reconocimiento por parte de la Diputación Provincial de Oviedo y que le sirvió para conseguir ser pensionado y completar su formación como escultor. Con 15 años llegó a la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, en la que permaneció cinco años como alumno. Más tarde, perfeccionaría su formación en la Academia Española de Bellas Artes de Roma. Fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de la sección de Pintura, Escultura y Grabado, en 1903, y posteriormente ocupó la cátedra de modelado en la misma Escuela.