Es una artista especializada en dibujo y escultura, siendo sus obras más representativas aquellas pertenecientes al arte público.
Sus piezas abordan temáticas costumbristas relacionadas con el mundo marino, como pescadores o vendedores en las lonjas. También
destaca por sus representaciones de las figuras femeninas, modelando obras que reflejan aquellas mujeres que esperan que sus
maridos vuelvan del mar, así como aquellas que van a recibirlas al puerto.
Precisamente la escultura que firma en las calles ovetenses, “La Bella Lola”, es una representación de una antigua habanera que habla de esta
interminable espera. Dicha obra se trata de una copia de la original en Torrevieja y fue regalada a la capital del Principado como símbolo de
hermanamiento entre ambas ciudades.
La escultura, una mujer sentada en un banco con la cabeza apoyada sobre la mano izquierda, con la mirada perdida, es una réplica de la original que
se encuentra, desde 1999, en el Paseo Juan Aparicio de Torrevieja; representa a la "Bella Lola", protagonista de una famosa habanera en la que se
habla de la vuelta a casa de un marinero, que se emociona con el recibimiento de su mujer. La escultura fue una donación del Ayuntamiento de Torrevieja
a Oviedo, con motivo de su hermanamiento.
Esta escultura y "La Guisandera" son las dos únicas representaciones de mujeres hecha por una escultora.
