Se encuentra en la rotonda del cruce de Ángel Cañedo con Sabino Fernández Campo.
Busca homenajear al cantante Juanín de Mieres y al género musical por antonomasia de este artista: la toná, que se caracteriza por no ser bailada
y tener un énfasis especial en los textos recitados.
En este grupo escultórico de bronce, el cantante aparece representado en su faceta más popular: "echando un cantarín en el chigre", mientras que es
abrazado por los hombros por un amigo que se encuentra ahí. Además, se representa también a un tercer hombre escanciando sidra.
(Autor desconocido, 1982)
(Manuel García Linares, 2002)
(Esperanza D'Ors, 1996)