Se encutra en el Campo San Francisco.
Esta pieza es una propuesta de diálogo entre naturaleza y artificio que establece una comunicación especial entre la vegetación,
en este caso un espino albar, y una plancha de acero corten. Este mismo autor había realizado una propuesta similar en otro punto
del Parque de San Francisco, donde también se ubica esta obra. Esta otra escultura llevaba el nombre de Naturalezas, y consistía en el
mismo planteamiento, pero sustituyendo el acero por distintas losas de piedra caliza, aunque finalmente fue retirada por dificultar el tránsito por el parque.
(Ca. Siglo XII)
(Gerardo Zaragoza, 1953)
(Santiago de Santiago, 1999)